Crisis Inmobiliaria del 2008 hasta nuestros días

La crisis financiera de 2007-2008 fue la crisis financiera más grave desde la Gran Depresión (1929). La opinión predominante es que fue causada por la sunción de riesgos excesivos por parte de las instituciones financieras estadounidenses relacionados con los préstamos abusivos dirigidos a compradores de viviendas de bajos ingresos, que provocó el estallido de la burbuja inmobiliaria de los Estados Unidos.


Por lo tanto, es compresible que esta crisis se diera de manera directa debido al colapso de la burbuja inmobiliaria de los Estados Unidos en el año 2006, que provocó en octubre de 2007 la llamada crisis de las hipotecas subprime.

En 2007, los valores respaldados por hipotecas vinculados a bienes raíces estadounidense, así como una amplía red de derivados financieros vinculados a esos títulos, colapsaron en valor, razón por la cual las instituciones financieras de todo el mundo sufrieron graves daños, alcanzando un clímax, el 15 de septiembre de 2008, con la quiebra de Lehman Brothers y la posterior crisis bancaria internacional.

Tras el inicio de la crisis, los gobiernos implementaron rescates masivos de instituciones financieras y otras políticas monetarias y fiscales paliativas para evitar el colapso del sistema financiero mundial. En EE. UU. los 700 mil millones de dólares puestos a disposición por la Ley de Estabilización Económica, que entró en vigor el 3 de octubre de 2008, no pudieron frenar la caída libre económica, pero la Ley de Reinversión y Recuperación, promulgada el 17 de febrero de 2009, que incluía un crédito fiscal sustancial sobre la nómina. La crisis desencadenó la Gran Recesión de 2008, que resultó en aumentos en el desempleo y el suicidio y disminuciones en la confianza institucional y las tasas de natalidad. La recesión fue una condición previa importante para la crisis de la deuda europea.

Sin embargo, esto nos puede llevar a pensar que Europa ha aprendido de sus errores y se encuentra muy lejos de tener una crisis inmobiliaria, por el contrario, los expertos disciernen acerca de si la situación actual es muy diferente de la crisis de 2007, y es que la subida intensa de precios todavía se queda muy lejos de los alcanzados en dicha crisis, donde los tipos de interés estaban excesivamente bajos, lo que hacía que la inversión fuera muy alta.

Teniendo en cuenta todos estos datos, podemos ver como muchos mercados inmobiliarios del mercado muestran unos buenos síntomas de corrección, de forma que la preocupación de estos expertos es comprada con el crash de la vivienda a finales de los 80 y a principios de los 90. Sin embargo, como es el caso de España, algunos mercados siguen mostrando resistencia a este crash, ya que los tipos de interés reales aún son negativos, además a diferencia de la crisis donde los precios de la vivienda bajaban drásticamente, hoy en día los precios de la vivienda siguen aumentando considerablemente.

Sin embargo, el pronóstico según expertos para el futuro es el siguiente: "La caída es cuestión de tiempo, en todo caso, la recesión y la disminución del los ingresos y de la demanda de vivienda, eventualmente, empujarán a la baja los precios de los inmuebles residenciales, pero no antes de que los tipos de intereses reales alcance el terreno positivo".

0 Comentarios